1/40 000 Ante el dolor de lo además

 

1/40,000. Ante el dolor de los demás

Captar una muerte y embalsamarla para siempre es algo que solo pueden hacer las imágenes y así se ve la guerra cuando se mira a distancia: como imagen. Cada parte de la sociedad guarda su propia distancia o proximidad ante la guerra: víctimas, parientes afligidos o consumidores de noticias. La cámara aproxima al espectador demasiado y las fotos que destacan por su sufrimiento, dan una información innecesaria e indecente.
Susan Sontag. Ante el dolor de los demás.

El origen del bordado es tan antiguo como la civilización misma. Encontramos ejemplos de ello en las dinastías chinas, en Egipto e inclusive algunos sobrevivientes de la Edad Media; tapices y pañuelos que en algunos casos se manifestaban como elementos decorativos realizados con una gran destreza. El bordado refiere a un tiempo, entendiendo éste como un concepto de quehacer, como una actividad de reflexión en cada una de sus puntadas, casi como si fuera un acto de meditación por parte del creador; pero también tiene un tiempo de contemplación que está destinado al espectador.

El tiempo de reflexión que ha llevado a Mónica Iturribarría (Oaxaca de Juárez, 1981) a emprender esta tarea está marcado por un suceso personal, la pérdida de su hermano Federico, y ha utilizado el bordado como un tiempo de introspección, como un trabajo de duelo, otorgándole presencia a esta ausencia. La utilización de pañuelos no es casual, Mónica decide utilizarlos porque en ellos se enjugan las lágrimas, en ellos se imprime el dolor de cada uno de nuestros muertos.

En las obras, la reflexión gira en torno a la cantidad de muertos que ha dejado la guerra contra el narcotráfico. Utiliza portadas de revistas y recortes de periódicos en donde las imágenes son transferidas al pañuelo y después con gran maestría en cada zurcido y en cada puntada nos invitan a observar de manera detenida los detalles enmarcados por los hilos. El trabajo de bordado se integra con gran pericia con las imágenes seleccionadas, resaltando aspectos de la nota periodística, brindándole color a la sangre derramada y otras veces las complementa, como en el caso del retrato policíaco de Miss Sinaloa, en donde se le ha agregado labial y su respectiva corona de reina.

La exposición comparte esta dualidad de tiempos con nosotros; como espectadores podemos apreciar la maestría de los bordados, pero también a modo de lectores de imágenes en donde se nos refresca la memoria de los sucesos que han marcado al país en los últimos años. (Guillermo Fricke)

 

  

Foto: Tryno Maldonado